martes, 11 de noviembre de 2014

MENSAJE REVELADO JOÁNICO



La clave hermenéutica para interpretar adecuadamente el cuarto evangelio la hallamos en Jn: 20:30-31. De ahí, que todo el material seleccionado por el evangelista tiene un objetivo determinante: "... para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre". Se trata, entonces, de confirmar al creyente en su fe en Cristo, es decir, de que los lectores alcancen una fe más firme y profunda. Pues esta fe tiene el poder de transmitir la vida (no por ella misma, sino por la persona misma de Jesús). Lo cual significa que la dignidad de Jesús ha sido revelada por razón de su significación salvífica (la cristología joánica está esencialmente ordenada a la soteriología). Todo lo que Jesús hace y dice, en el evangelio de Juan, afecta la salud de la humanidad en virtud de alcanzar la vida divina.

Por eso, es que los signos obrados por Jesús han de despertar la fe en el hombre. Y la palabra reveladora, manifestada sobre todo en los discursos y sintetizada en los célebres "Yo soy" manifiestan la auto-presentación de Jesús en la que se pone de relieve su dignidad y poder divinos, al estilo de las teofanías del Antiguo Testamento. Al mismo tiempo estos discursos contienen la llamada a la decisión personal y la promesa consiguiente dirigida a los que la siguen.

En este evangelio la doctrina salvífica se plantea en el terreno del más absoluto universalismo, es la salud para la humanidad. Es la confrontación de todo hombre con Dios. La humanidad es mirada en su lejanía de Dios, en las tinieblas, separada del ámbito de la luz y de la vida hasta que El revelador enviado por Dios y portador de la salud, le abrió el camino al mundo divino. Punto Importante en la doctrina del cuarto evangelio es el referido a la dimensión escatológica. Juan ha actualizado la escatología sin eliminar del todo el elemento futurista, como lo dice la frase muy frecuente en él, "en el último día"] ha transformado y reinterpretado las representaciones escatológicas propias de los Sinópticos. Las razones para dicha actualización han sido las siguientes:

·         La conciencia clara de la presencia de Cristo en la Iglesia y en cada cristiano.
·         La tensión en la misma conciencia cristiana; la salud ya ha sido realizada, aunque todavía no esté consumada.
·         El factor más importante fue sin duda alguna, la cristología, porque Cristo es la misma presencia escatológica.

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